Un video del Dalai Lama, líder del budismo tibetano, ha generado controversia y fuertes cuestionamientos. En las imágenes, el líder espiritual aparece saludando a un niño que se inclina para hacerle reverencia, y luego procede a besarlo.
El incidente tuvo lugar en un evento organizado por la Fundación M3M en India, donde el Dalai Lama saludó a 120 estudiantes que habían obtenido sus títulos universitarios. Durante su discurso, comentó: «Desde que vine a vivir a la India, he podido conocer a todo tipo de personas, incluidos eruditos y científicos, interesados en los métodos para lograr la paz mental que hemos mantenido vivos».
En un momento del video, el monje le pregunta al menor: «¿Puedes chuparme la lengua?», según informó el medio asiático ‘Ndtv’. El niño solo acercó un poco su cabeza, y el saludo continuó por unos segundos más, hasta que el líder religioso lo abrazó y le dijo «gracias».
El video, publicado originalmente por Voice of America, se ha difundido ampliamente en redes sociales. A pesar de que el evento tuvo lugar el 28 de febrero de 2023, el clip ha resurgido y ha generado indignación por el comportamiento del Dalai Lama hacia el menor.
Sin embargo, la cuenta oficial de la Administración Central Tibetana en Twitter compartió el video, enfocándose en el mensaje que el líder había transmitido: «Su Santidad el decimocuarto Dalai Lama aconsejó a un joven indio para que sea un buen ser humano, quien siempre trabaje para cultivar la paz y la felicidad en el mundo».
Ante la polémica, la organización Deter Influencers from Child Abuse inició una petición en Change.org titulada ‘Salvemos a los niños del Dalai Lama: detengamos el abuso infantil’. La iniciativa busca que el líder religioso se disculpe por su comportamiento y se evite la perpetuación de actitudes similares.
La organización declaró: «Admitimos que besar la mejilla es normal, pero insistimos en que besar los labios o besar con la lengua a un chico en público es definitivamente anormal. (…) Teniendo en cuenta el hecho de que es un líder religioso, su comportamiento inapropiado puede ser seguido por un gran número de devotos, lo que aumenta los riesgos de abuso y abuso infantil».