Ser diputado es un gran honor que pocas personas tienen, por eso quienes cuentan con dicho privilegio deben tratar de dar lo mejor de sí y dejar en alto no únicamente su nombre, sino también el Distrito que representan.
Así como el pueblo los escoge, también debería tener la posibilidad de quitar a los diputados si no están haciendo bien las cosas, en especial porque muchas veces se olvidan cómo llegaron y tras de todo no les gusta que les pidan rendir cuentas.
Es preocupante que los legisladores en general se sientan intocables y que nadie los pueda remover de su puesto, por lo que hacen y deshacen, muchas veces no asisten a las sesiones, tienen reuniones y encuentros con personajes ligados a temas no tan legales y literalmente hacen de las leyes lo que se les ocurre, sienten que durante su periodo nadie les puede hacer nada.
Por ejemplo, los diputados del PRI que llegaron con el voto ciudadano y hoy pretenden brincar a Morena para seguir viviendo del erario público, son unos ¡Sin vergüenzas!
Debería de existir una Ley, así como se puede despedir a un empleado porque no está cumpliendo con su trabajo, debería de aplicar de igual forma para los diputados. Quien no cumplió, que se vaya.
¿Creen ustedes que algún diputado se hubieran atrevido a pensarlo siquiera?, ¡claro que no!, sería como darse un balazo en el pie.
En pocos días tendremos los ciudadanos nuevamente la oportunidad de votar por quienes nos representaran en el Congreso, Analicemos bien a quien le damos nuestro voto, como dicen por ahí: No es bueno tener todos los huevos en una sola canasta.
Revisemos planes, analicemos las entrevistas, revisemos bien las propuestas de las y los candidatos al congreso en estas próximas elecciones.