Sin lugar a dudas en todos lados se cuecen habas como señala el refrán popular. El transporte público concesionado tiene por el simple hecho de ser una concesión, obligaciones que cumplir y deberes que respetar. El problema es que muchos detentatarios de ese tipo de permisos, por el simple hecho de contar con una placa de transporte público se sienten dueños de las calles y de las personas que por necesitar un traslado los alquilan.

Miembros del Sindicato de Taxistas “Adolfo López Mateos”, en la Isla de Cozumel, realizaron una manifestación en la entrada del Muelle de Carga “Felix Arturo Gonzalez Canto”, por lo que miembros de los cuerpos policiales tuvieron que trasladarse al lugar de los hechos para evitar que los taxistas y sus familiares traspasaran las instalaciones que se ubican en Miguel Aleman, entre la Avenida Treinta y Rafael E. Melgar.

Ante esta circunstancia los taxistas dejaron que los vehículos de los particulares pudieran pasar y que no hubiera repercusiones para los bandos en pugna. Lo que ocasionó el problema es el sindicato está en contra de la firma que pretenden realizar las autoridades del Municipio para dividirles el trabajo, que a decir del sindicalista Amado Perez Mateos lleva ya sesenta y dos años, y del que es miembro.

Pero también habrá que señalar que el señor Perez Mateos señalo que no están en la búsqueda de concesiones, pero simplemente quieren que se reconozca el convenio establecido con las transportadoras, documento que señala que las empresas pueden en todo momento llevar pasaje, mientras que el gremio de taxistas es quien tiene el permiso para encargarse de regresarlos.

No es una circunstancia que no sea habitual, porque hasta hora los gremios acostumbran detentar zonas en las que solamente ellos pueden otorgar el servicio, y esa presunta exclusividad no es un mecanismo legal, sino un simple acuerdo con las autoridades para evitar los problemas que siempre se presentan a causa de los posicionamientos que los grupos intentan convertir en canonjías.

Para decirlo más claro, hasta ahora no existe exclusividad para nadie, porque la ley actual permite a las transportadoras realizar recorridos en ambos sentidos. Y esta circunstancia motivó que saliera a relucir que algunos miembros del transporte han sido pioneros por más de sesenta y dos años, pero esa circunstancia no los hace dueños de las calles ni la exclusividad para otorgar el servicio a los paseantes. Y esto lo tiene que dirimir la autoridad competente, y no los gremios. Al tiempo.