El recale masivo de sargazo en las playas de Quintana Roo continúa sin dar tregua, y a pesar de los esfuerzos para recogerlo, algunos municipios optan por no retirarlo debido a los altos costos involucrados, permitiendo que se degrade de manera natural.
Según la bióloga Rosa Elisa Rodríguez Martínez, de la Unidad Académica de Ciencias Arrecifales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el costo por metro cúbico de sargazo oscila entre los US$15 y US$85 para los gobiernos municipales. Por otro lado, los hoteles han invertido en instrumentos y maquinaria especializada, lo que les permite retirar la misma cantidad de sargazo a un costo promedio de US$27.
El impacto ambiental de esta macroalga es alarmante, habiéndose registrado la muerte de más de 100 especies marinas en Quintana Roo, especialmente peces y pastos marinos, debido a la concentración del sargazo. Rodríguez señaló que los peces son los más afectados, pero también se han reportado la muerte de moluscos, crustáceos y equinodermos, incluyendo pepinos de mar y estrellas de mar.
Los municipios de Puerto Morelos, Bahía Petempich, Xcalak, Mahahual y Benito Juárez han sido los más afectados por la acumulación de sargazo en sus costas, especialmente en las puntas como Punta Nizuc y Punta Cancún. En el año 2018, durante el período de mayor afluencia de esta alga, se pudo observar sargazo en diferentes etapas de descomposición, oscureciendo el agua y generando una disminución en la concentración de oxígeno, un aumento en el ácido sulfhídrico y un incremento en los niveles de amoníaco, lo cual afecta negativamente a los organismos marinos.
Ante este panorama, en Playa del Carmen se han solicitado barreras más resistentes para evitar que el sargazo llegue a las playas, ya que la infraestructura actual se encuentra desgastada y sufre constantes daños debido al fuerte oleaje. Sin embargo, las condiciones meteorológicas adversas han impedido la instalación de estas barreras hasta el momento. José Gómez Burgos, secretario de la cooperativa turística de Playa del Carmen, expresó la necesidad de contar con barreras más sólidas y duraderas, que no se rompan, para evitar que el sargazo sea un obstáculo para su implementación.
El problema del sargazo en Cancún y otros municipios de Quintana Roo representa un desafío tanto económico como medioambiental, y se requiere una respuesta integral y coordinada para abordarlo de manera efectiva y proteger la belleza natural de estas playas tan populares entre los turistas y lugareños.

