La emoción se apodera de Australia mientras el equipo nacional femenino se acerca a la victoria en el Mundial Femenino de Fútbol. A solo dos partidos de la gloria, la nación contempla la posibilidad de un feriado nacional en caso de una victoria en el partido contra España este domingo.

La pasión por el fútbol ha invadido el país, que suele estar dominado por el rugby, el cricket y el fútbol local de «reglas australianas». La atención está centrada en el enfrentamiento con Inglaterra, que se transmitirá en horarios poco convencionales debido a las diferencias de tiempo.

El interés es evidente, con más de cuatro millones de espectadores sintonizando para ver la victoria de las Matildas sobre Les Bleues. Se espera que la semifinal atraiga a una audiencia aún mayor.

Los estadios que normalmente estarían vacíos en un día laboral se iluminan para el choque de Australia contra su tradicional rival deportivo. En Sydney, se abrirán estadios adicionales para albergar a miles de fanáticos.

La manía del fútbol ha llevado a otros deportes a reprogramar eventos para permitir que los seguidores también apoyen al equipo femenino. A pesar de la presión, el país celebra el éxito del equipo y la oportunidad de ser parte del escenario mundial.

A medida que se acerca el momento crucial, los fanáticos se preparan para ver el emocionante enfrentamiento. Los consejos para lidiar con la presión incluyen la práctica de la respiración y la apreciación del momento.

Las jugadoras se mantienen enfocadas en medio de las distracciones, conscientes de que su desempeño en el campo podría traer atención y reconocimiento en una magnitud nunca antes vista.