Los refranes son una forma de comunicación que sintetiza sabiduría popular, y que puede ser utilizada en diferentes contextos para transmitir un mensaje claro y efectivo.
El refrán popular «a rey muerto, rey puesto» es una realidad que se repite una y otra vez en la política. La prontitud con la que se ocupan los puestos vacantes y la rapidez con la que se suceden los cambios es algo que no nos debe sorprender. En el caso del municipio de Tulum, el recién nombrado presidente municipal Diego Castañón Trejo ya está posicionando su marca personal a menos de dos semanas de haber tomado el cargo.
Es interesante destacar que la falta de sensibilidad por parte del nuevo presidente municipal, que retiró el moño negro de la página oficial del ayuntamiento en menos de una semana después de la muerte de su antecesor, muestra una falta de respeto hacia el pueblo de Tulum y hacia la figura de Marciano Dzul Caamal.
Además, la prisa con la que Castañón Trejo ha mandado a hacer su logotipo como marca personal y ha empezado a promocionarse en las redes sociales, nos hace cuestionarnos si su prioridad es realmente el bienestar de los ciudadanos de Tulum o su propia carrera política.
No obstante, es justo mencionar que antes del fallecido Marciano Dzul Caamal, se realizaron logros muy importantes en su gestión, como fue la inversión de más de 64 millones de pesos en nuevas unidades para mejorar los servicios públicos.
En resumidas cuentas, la prisa por ocupar los puestos vacantes y la rapidez con la que se suceden los cambios pueden ser inevitables, pero es importante tener en cuenta que la gestión pública no es una carrera individual, sino que se trata de trabajar en beneficio de la comunidad.
La marca personal y la promoción temprana de la imagen de un funcionario recién elegido pueden ser señales preocupantes de una falta de enfoque en la verdadera labor que se debe llevar a cabo.
Sería muy rápido saber qué logros y avances ha tenido en su gobierno Diego Castañón Trejo en beneficio de la comunidad, y no solo en la promoción personal. Además, es fundamental que se garantice la continuidad de los proyectos y programas iniciados por su antecesor, sin importar el partido político al que pertenezcan.
Esperamos que el presidente municipal de Tulum, Diego Castañón Trejo, tenga en cuenta estas reflexiones y trabaje en beneficio de su comunidad, sin perder de vista los valores éticos y la responsabilidad que su cargo implica. La sociedad está atenta a los acontecimientos y esperamos ver una gestión transparente y comprometida con los ciudadanos.

