En Altamira, la recién inaugurada Casa Violeta ha comenzado a operar con resultados inmediatos, ya que mujeres han acudido en busca de apoyo. A menos de una semana desde su apertura, Rosy Luque de Martínez, presidenta del DIF en Altamira, informó que actualmente se están atendiendo a siete mujeres en este espacio, con edades comprendidas entre los 25 y 60 años.
El centro, reactivado por el gobierno de Tamaulipas y inaugurado hace pocos días por el gobernador Américo Villarreal Anaya, ha canalizado a estas mujeres en busca de ayuda. Según José Francisco Pérez Ramírez, secretario del Ayuntamiento de Altamira, la población puede acercarse para recibir la atención necesaria en casos relacionados con la violencia familiar, una problemática presente en la región sur del estado, según estadísticas oficiales.

Dada la elevada cifra de casos de violencia familiar en los municipios del sur de Tamaulipas, Pérez Ramírez hizo hincapié en que la Casa Violeta ofrece servicios como asesoría jurídica, apoyo psicológico, y la posibilidad de albergue para mujeres con hijos, brindándoles un espacio mientras se resuelve su situación. La Casa Violeta, una iniciativa que continúa en el actual gobierno tamaulipeco, busca abordar una de las principales demandas de la población, proporcionando un refugio esencial para quienes enfrentan situaciones de violencia familiar o de género.
